Vemos en la «Ilustración Ibérica», semanario científico, literario y artístico, en un número de mayo de 1890, el grabado del Palacio para Correos y Telégrafos de Montevideo (edificio en proyecto), con este comentario:
Por ese nuevo proyecto, próximo a ser realidad, puede venirse en conocimiento del grandísimo auge que va adquiriendo Montevideo.
Pequeña es la República Oriental, pero aún con eso nos parece destinada, por sus singulares condiciones, a influir en gran manera en los destinos de la América del Sur».
Con esta muy significativa leyenda apareció el grabado en cuestión en la exposición universal de París en 1890.
Quien escribió esas líneas tuvo una visión de futuro y sabía que sobre todo, riquezas, campos fértiles, ubicación, clima, etc. había un sentido de responsabilidad en sus hombres y un deseo creciente de estar siempre a tono con los más dignos atributos atributos de una nación libre.
Han pasado los años y podemos repetir lo mismo que escribiera el autor de la leyenda: «destinada a influir en los destinos de América».
Tomado de:
- «Hojeando y Ojeando Papeles de Hace Muchos Años…», por Juan de Antaño, Cosas del Tiempo. Revista «Mundo Uruguayo», Montevideo, 30 de julio de 1953. Nº 1788, Año XXXV. (Archivo Horacio Nigro Geolkiewsky/LGdS).