Una foto de 1978, muestra mi cuarto de radio, un rincón al lado de mi cama. Ya en la pared algunos banderines, el diploma del Radio Budapest Shortwave Club, y en la sintonía el National Panasonic T-801B. La antena iba hasta la azotea del edificio, un cable de 1 mm, que ascendía por el pozo de aire, próximo a los caños de agua y ventilación. Y arriba, entre unas riendas de antena de TV. Tiempos de ruido cero. Pero de dial muy pequeño, donde aprendí a afinar el pulso del pulgar para discriminar gracias a sutiles movimientos del cilindrito ranurado de la sintonía, lo que se podía escuchar entre las grandes y potentes emisoras internacionales. El cuaderno de bitácora o logbook, los boletines del «Sweden Calling DXers» con su característico color amarillo canario daban las últimas novedades que venían por correo postal. Ya contábamos con las revistas de programación de Radio RSA, «The Voice of South África from Johannesburg». Los boletines del ADXCI (Club DX Argentino Internacional), entre otros y un entusiasmo permanente por acrecentar los números de países escuchados.

La siguiente es una entrevista en la que aporto memorias desde mis inicios con el hobby de la radio amateur hasta ese momento. La misma fue difundida en 2008, en una de las emisiones del programa «La Rosa de Tokio», de LR11 Radio Provincia, La Plata, Prov. de Buenos Aires, República Argentina, conducido por Omar Somma. Este programa ha ganado recientemente el «Premio Caduceo», como mejor programa cultural, año 2012.