Una interesante nota en la revista española «Ondas», publicación española editada en Madrid entre 1925 y 1935, en su número del 24 de setiembre de 1932, da cuenta de las experiencias del entonces pionero argentino Sr. Ignacio M. Gómez, radio experimentador, difusor de la radiotécnica en su país. Gómez fue uno de los llamados «Locos de la Azotea» siendo el constructor del épico transmisor con el que se transmitió «Parsifal», en 1920, desde Buenos Aires.
Pues, en 1932, hallamos a Gómez experimentando en televisión, con los rudimentarios elementos mecánico-eléctricos de una televisión en ciernes.
Citamos la publicación de marras, con la nota periodística de autoría de A. Lorca de Miguel, con sus correspondientes ilustraciones y explicaciones al pie de cada una de ellas:
Allá, en el lejano Buenos Aires, existe un gran núcleo de radiómanos dedicados con todo entusiasmo a la televisión, deseosos por conseguir el mayor perfeccionamiento en la recepción de imágenes y con ello nuevas glorias para la Argentina.
Diariamente, de las 23,30 a las 24 horas, por intermedio de la broadcasting LR 4, Radío Splendid, don Ignacio M. Gómez, destacada personalidad en el mundo de las actividades radiotelefónicas y televisoras, realiza transmisiones de carácter experimental.

Cabeza que, a pesar de la posición, sonríe, prestando su imperturbable rostro a los ensayos de televísión que diariamente hacen en Buenos Aires por intermedio de la emisora L.R. 4, Radio Splendid.
Apenas hace un año eran rudimentarias radiaciones de signos fijos…, después, ampliaron el campo visual a objetos, por ejemplo: una cabeza-maniquí clavada en un soporte ante varios artefactos de aspecto dantesco-policial… Hogaño, propalan visiones de personas y personas-visiones; todo lo que se pone delante del transmisor de Radio Splendid es visto por millares de aficionados con detalles bastante precisos aunque no en el grado que fuera deseable para conocer a muchas de las artistas que integran los elencos radiofónicos de las broadcasting americanas.
Sirva de comprobación la foto de nuestra compatriota Joaquina Carreras, orgullo de cuanto hispano reside en la República del Plata y que goza de las simpatías y admiración del respetable público oyente y mirón.
«Joaquina Carreras tiene figura, un «palmito» de esos que, «cuando pisan, hasta las piedras se achican y que, actuando en los estudios dr las broadcastings argentinas, perturba la ecuanimidad del micrófono, poco acostumbrado a escuchar artistas de su valer».
Joaquina Carreras, tiple española hija del malogrado actor del género chico; después de pasear triunfadora por los más importantes escenarios de América, «ancló» en Buenos Aires y, como otras muchas, consagróse intensamente a propalar por radio su amplio repertorio del «folklore» musical hispano y, también, ¡cómo no!, las cadencias lloronas y dolientes del tango que inducen a muchos radioyentes a sintonizar las emisoras en que actúa la aplaudida tiple.
A semejanza de Joaquina Carreras, otras artistas españolas intervienen diariamente en los programas de las 17 secciones que «simultáneamente» transmiten audiciones en Buenos Aires. Actrices, cancionistas y «vedettes» que cosechan triunfos conseguidos únicamente, como debe suponerse, poniendo a prueba sus facultades venales y talento artístico con lamentable alsandono de otros muchos recursos de gracia, belleza y, «etcétera, etc.», que, con gran sentimiento no tienen cotización ante el micrófono-oyente, pero ¡el día que tenga pupila!

«Don Ignacio Gómez, director de importantes publicaciones de técnica radiotelefónica, que ha organizado y sostiene altruísticamente las transmisiones de televisión. Fotografía obtenida en ocasión de un ensayo recientemente celebrado con el más lisonjero éxito, pues fue percibido en satisfactorias condiciones por miles de televisionistas».
El dia, acaso no lejano, en que definitivamente quede resuelto el problema de la «tele», el intercambio hispano-americano alcanzará insospechado auge, si no por los puros valores artísticos, a lo menos por los exponentes fotogénicos y la «madre patria» será más venerada merced a los múltiples atractivos de sus embajadoras sonorofotogénicas.
A. LORCA DE MIGUEL.
tremendoo
Excelente nota. Gracias por compartirla. LU1AR
Tema que me apasiona el de la televisión mecánica. Cuando parecía muerta, tuvo dos o tres resurrecciones, en los 50 con el color, en el 69 con las cámaras del Apolo, y creo hasta hace poco había proyectores para PC que usaban el mismo principio.
No tenía idea que se hubiera experimentado tv mecánica en Buenos Aires.
Viendo la artista española, he visto que en los año 30, en las revistas españolas de radio, había un gran interés por escuchar Buenos Aires. En la revisita que tengo del año 33, se publica un circuito (regenerativo y tres de audio) para lograrlo. En la misma revista menciona lo primitiva que estaba la radiodifusión española de ese momento, comparada con la de sudamerica. Y creo también traía una lista de radiodifusoras de esa época. Saludos.
Ignacio Gómez, en realidad, mereció ser el quinto «loco de la azotea» pero la noche del 27 de agosto de 1920 no estaba en el país. Contribuyó para que esa fecha sea recordada como la del inicio de la Radiodifusión en Argentina y el mundo desde el Teatro Coliseo con la emisión del festival sacro de Parsifal de Richard Wagner. Sus compañeros, responsables de dicha primera transmisión, fueron Enrique Telémaco Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mújica.