Se ve seguidamente, una ilustración del cuento corto de Charles Barnard de 1875 «Kate: Un romance electromecánico». En esta escena, Kate y John están instalando una línea de telégrafo privado para sus comunicaciones amorosas, utilizando cables abandonados.
La introducción del teléfono, haría su entrada en la sociedad estadounidense (y prontamente a nivel global), recién en la siguiente generación. Pero, mientras tanto, sus vidas estaban entrelazadas por líneas telegráficas.
La historia de este cuento, es una pieza literaria que se parece un poco a un manual técnico ampliado. Barnard comienza con las palabras, «Ella es una belleza». Pero su Ella es una locomotora, y le canta con entusiasmo: «Una mezcla de gracia y poder, ella se manifestaba con instinto vital, a medida que se detenía en su vuelo sin aliento».

En la parte superior aparece en puntos y rayas, los sonidos del Código Morse para el nombre… K-A-T-E.
Entonces conocemos a Kate. Ella es una operadora de telégrafo en la estación de ferrocarril. Sale todos los días a saludar el encuentro de John, el maquinista de la locomotora. Él la ve, luego vuelve a su puesto de motorman.
«El medidor de vapor tiembla a 120 ° y se eleva rápidamente a 125 °. El enorme motor tiembla y palpita a medida que avanza».
Kate le enseña a John a anunciar su llegada a la estación haciendo sonar con el silbato su nombre en el código Morse: K-A-T-E.
Todos los días, durante un tiempo, escuchará el llamado en Código Morse, para salir corriendo al encuentro del tren, al que se subirá a bordo, en la estación, para reunirse con él.
Pero temen que su secreto sea descubierto. Entonces Kate idea un nuevo medio para que John anuncie su llegada. Inventa un dispositivo de aviso mediante el cual, cuando el tren se aproxime, a cierta altura antes de llegar a la estación, cortocircuite con las ruedas, un lazo de cable tendido en el suelo. Ello, hará sonar una campana en su oficina. Esto implica un considerable brío inventivo: Kate construirá su propia batería usando un frasco de pepinillos. Su sistema funciona.
Entonces, una noche, suena la campana en el momento equivocado. John se dirige a una colisión y él no lo sabe. Kate encuentra una linterna, intercepta el tren y lo salva. Ella y John son los héroes y su historia termina con esta florida frase final: «Las estrellas del invierno brillaban sobre ellos, y la noche fría y calmada parecía un paraíso».
Barnard fue un escritor prolífico, prácticamente olvidado hoy. Le gustaba la tecnología y escribió con atractiva prosa. Reflejó un mundo donde las nuevas tecnologías, representadas por la velocidad, el poder del vapor y la comunicación contuvieron nuestros corazones.
El pasado se nos abre por un momento cuando Barnard escribe: «¡Qué perfecto es todo! … Desde el acelerador equilibrado hasta el freno de aire … treinta y cinco toneladas de energía encadenada … expresión perfecta del más alto arte mecánico. » ¹
Fuente
- History of Engineering and Technology, mantenido por el IEEE History Center, EE.UU.
- ¹Kate in Code, Engines of Ingenuity, por John Lienhard, College of Engineering, Universidad de Houston, EE.UU. Texto traducido y adaptado por LGdS.
- C. Barnard, » __ – __ – __ __ – : An Electro-Mechanical Romance». Century Magazine, May, 1875. pp. 37-46. El cuento de Barnard, en inglés, está accesible en este enlace.