«La Radio en el Uruguay. Breves apuntes históricos – Radiotelegrafía Oficial y Comercial – Radiodifusión – La Radio-Amateur». (Por Inocencio Ylla, 1930).

LA RADIO EN EL URUGUAY

BREVES APUNTES HISTÓRICOS — RADIOTELEGRAFÍA OFICIAL Y COMERCIAL — RADIODIFUSIÓN — LA RADIO-AMATEUR


por INOCENCIO ILLA
Subdirector de Radiocomunicaciones


La historia de la utilización de las comunicaciones radiotelegráfícas en el Uruguay comienza con el año 1908 y ella gravita principalmente sobre la Estación Cerrito.

En este año se iniciaron los estudios previos que luego sirvieron de base para la instalación del Servicio Nacional de Radiotelegrafía y a mediados del año 1910 se comenzó a instalar en el «Cerrito de la Victoria» la Estación «Telefunken», a chispa
(onda amortiguada) de 2,5 kW de potencia en la antena, conocida por el nombre de Cerrito.

Con anterioridad, las dos compañías que, puede decirse, conservaron hasta hace pocos años el monopolio de la fabricación de estaciones radiotelegráficas, instalaron, mediante permiso precario del Gobierno, una Estación en Punta del Este — Maldonado — (Compañía Marconi) y otra estación en Puntas de Yeguas — Montevideo — (Compañía Telefunken).

En Marzo de 1912 comenzó Cerrito a hacer servicio como estación costera, sustituyendo a esas dos estaciones particulares que, hasta ese momento, mantenían el tráfico radiotelegráfico con los vapores.

Antiguo trasmisor a chispa que utilizó Cerrito hasta 1926.

La estación Cerrito la sustituyó ventajosamente, pues su alcance era mayor debido a su potencia y a su sistema que comprendía algunas mejoras importantes para aquellos tiempos, como ser: el oscilador de chispa dividida y de extinción rápida, que originaba un menor amortiguamiento en las oscilaciones y el alternador de 500 ciclos que daba un sonido musical apropiado a las señales, permitiendo que éstas pudieran ser percibidas a mayor distancia y con mayor facilidad.

Agregando a esto su privilegiada posición geográfica, la organización dada al servicio, la competencia y entusiasmo del personal radiotelegrafista — todo elemento nacional — se obtuvo en poco tiempo el resultado de todos conocido, el alto prestigio adquirido como importante estación costera que conserva aún el cetro de las comunicaciones radiotelegráficas en el Río de la Plata.

Antiguo tablero de distribución de Cerrito.

Después de terminada la guerra europea, las principales compañías dedicadas a la explotación de los servicios radiotelegráficos fueron introduciendo mejoras importantes en sus estaciones, con el fin de obtener comunicaciones a mayores distancias y reducir a un mínimo las interferencias a sus similares y a las estaciones radiotelefónicas, de Difusión y de aficionados, las que se iban multiplicando rápidamente como consecuencia de la introducción de nuevos elementos, de mejoras que surgían casi a diario.

Amplificador y trasmisor de 1 kW, de la Broadcasting oficial CX6

Las estaciones costeras de casi todo el mundo fueron transformadas, sustituyéndose las anticuadas estaciones a chispa por otras a válvulas. El Uruguay no podía quedar a la zaga en esta materia. Con el fin de mejorar el servicio prestado a la navegación por este país, en 1927 se libró al servicio el nuevo transmisor de Cerrito, de 5 kW, a válvula.

La importancia de la nueva instalación surge claramente si además de lo dicho se tiene en cuenta el mayor alcance que se obtiene con este transmisor y la mayor pureza de emisión, cosa esta última de suma importancia para todas las radiocomunicaciones en nuestro país y, en general, para todas las del Río de la Plata.

En el año 1922 inicia otra época memorable. En él se instalan las dos primeras estaciones radiotelefónicas, de 10 watts de potencia, con pretensiones de «Broadcasting», que pronto desaparecen para dejar paso a la, entonces, importante estación de Radiodifusión Paradizábal que luego fué propiedad de «El Día».

Amplificador del estudio de la estación CX6.

Una de esas dos primeras pequeñas estaciones de difusión mantuvo durante corto tiempo la atención de la incipiente afición a la radio, transmitiendo programas más o menos regulares, a base de discos fonográficos especialmente, los espectáculos de una compañía italiana de operetas que actuaba en esa época en el Teatro Urquiza, audiciones que eran brindadas al público por medio de altoparlantes colocados en las casas de comercio en Radio.

Transmisor y amplificador de poder de la estación CX22 Fada Radio.

Al comenzar la actuación de la «Radio Paradizábal» el interés fué en aumento y con el aumento de la afición surgió de improviso una pléyade de radiotécnicos, muchísimos de los cuales fueron afirmándose paulatinamente en la nueva profesión hasta ocupar en la actualidad puestos destacados, distinguiéndose muchos de ellos por diferentes motivos.

Durante bastante tiempo sólo dos estaciones de Difusión funcionaron en el Uruguay: Paradizábal y General Electric, ambas de 0.5 kW de potencia.

Un rincón del estudio de CX22, con el aparato automático para discos.

A estas estaciones se unieron más tarde otras, muchas de ellas de importancia, no sólo por la potencia, sino especialmente, por las transmisiones que efectúan.

En el año 1927 se instaló la Estación Oficial de Difusión, de 1 kW de potencia, dependiente de la Dirección de Radiocomunicaciones, conocida hoy por la característica CX6 la que, posteriormente, al crearse por Ley el Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrico, —dependiente del Ministerio de Instrucción Pública— pasó a pertenecer a dicho servicio, iniciando entonces sus transmisiones regulares con audiciones diarias que antes hacía periódicamente.

Estudio de la Broadcasting CX46 «Radio América».

En el campo Aficionado también hubo entusiasmo, surgiendo las transmisiones conjuntamente con las dos primeras «Broadcastings» mencionadas.

Primero fue un ensayo indeciso. La aspiración del iniciado era poseer un transmisor simple, como simples eran sus conocimientos en la materia.

El circuito — que se generalizó entre ellos era el Hartley — inductivo con acoplamiento rígido, con válvulas de recepción, alimentando las placas con baterías de pilas y modulación por absorción.

Estudio de la broadcasting CX36 «Centenario Broadcasting». [Nota: en el texto original figura CX40].

Este tipo de transmisor generalizado entre los primeros aficionados debido a lo simple del circuito, a la sencillez de su construcción y al poco costo de los elementos que lo componía, dió motivo a que alguien, risueñamente, lo denominara «Forchela» nombre que algunos aficionados, recién iniciados, suponían que era el verdadero, como denominación técnica.

Las comunicaciones entre ellos, dentro de la ciudad, era un éxito festejado ruidosamente en numerosas ruedas compuestas por «Veteranos», «Neófitos» y «Candidatos», que se formaban en las principales casas de Radio.

Pero muy poco tiempo se conformaron con las comunicaciones locales. Aspiraban a llegar más lejos; a que la voz recorriera kilómetros sobre tierra, dentro del país, porque, el cruzar con la voz humana el Rio de la Plata lo consideraban tan difícil, como difícil se consideró cruzarlo en avión hasta que lo realizó el primer intrépido aviador. Sin embargo, muchos eran los que guardaban ocultamente en lo más recóndito de su alma el deseo de cruzar el «charco».

Transmisor de CX36 «Centenario Broadcasting». Construido bajo la dirección técnica de sus propietarios T. Defilippi y R. A. Walder. [Nota: en el texto original figura CX40].

No se animaban a hacer manifestación alguna sobre esa idea cariñosamente acariciada porque todo el que así pensaba aspiraba a ser el primero en realizarla, ya que tal «hecho» lo convertiría en lo figura descollante del mundo aficionado del momento.

Preparándose para tal fin, los transmisores se iban mejorando con elementos nuevos y «adecuados», considerados imprescindibles para realizar la «hazaña», que como tal se consideraba la comunicación con los aficionados argentinos.

Poco tiempo duró la expectativa. El entusiasmo y la perseverancia dieron el fruto apetecido. Una noche se descorrió el velo del misterio ante el que habían fracasado muchas tentativas y se estableció la primera comunicación internacional!.

Una de las buenas estaciones de aficionados uruguayos, la CX1AA, «Experimental Prado», del Señor Wenceslao Seré.

Roto el encanto, estas comunicaciones se multiplicaron, dando lugar a que nucieran vínculos amistosos entre personas de ambos países — Argentina y Uruguay — que, por mucho tiempo, sólo se conocieron por la voz. Eran pocos entonces, ahora forman legión. Y esta legión, diseminada por el continente sudamericano, realiza la meritoria acción de vincular a los pueblos acercando a los elementos que lo com ponen, por medio de la utilización de las ondas sutiles, realización práctica del genial Marconi.

Aquel acontecimiento aumentó el entusiasmo y con el entusiasmo el deseo de mayor distancia; y el deseo de ir más lejos obligó a mejorar sus equipos, aumentando potencia, con lo cual fueron desapareciendo las «Forchelitas» para dejar el camino libre a los transmisores de 5, 10, 50 y 200 watts de potencia que surgían por doquier, y en lo cual rivalizaban los aficionados: unos, construyéndose sus equipos, y otros, aunque con conocimientos para construirlos, preferían adquirirlos de fábricas consagradas.

Y era agradable ver reunidos en amable camaradería y manteniendo interesante conversación a los propietarios de la modesta «Forchela» y del opulento «200 Watts», tiempos estos que muchos recordarán como años juveniles, a pesar de que en aquella época algunos de ellos se cubrían ya con el empaque propio de la edad madura o que las canas cubrían las cabezas de otros dando mayor austeridad a sus personas.

____

Los renglones que anteceden dan a grandes rasgos una idea de lo realizado en el Uruguay en materia de Radio.

En general, la acción particular, en su doble faz Radiodifusión y aficionados — ha sido armónica con la acción oficial.

El desarrollo de los servicios a cargo del Estado, por intermedio de la Dirección de Radiocomunicaciones, está supeditado a normas que reglamentan los dobles servicios de ésta: militares y públicos particulares.

Muchos son los que sostienen que para el mejor desarrollo de cada uno de estos servicios y para beneficio de ambos, deben separarse.

Así también lo ha entendido la Presidencia de la República, que por intermedio del Ministerio de Guerra y Marina, del que dependen Radiocomunicaciones, ha enviado hace un tiempo un mensaje a la Asamblea Nacional, proponiendo la separación de
ambos servicios, pasando el servicio público a ser dependencia del Consejo Nacional de Administración.

Llegado el caso, tendría que modificarse la organización actual y sobre ello no es posible hablar ahora, ya que-nos referimos en estos apuntes a lo pasado y no a lo futuro.


  • Publicado en Revista Telegráfica, Buenos Aires, Argentina, julio de 1930. (Archivo Horacio Nigro Geolkiewsky/LGdS)
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4 respuestas a «La Radio en el Uruguay. Breves apuntes históricos – Radiotelegrafía Oficial y Comercial – Radiodifusión – La Radio-Amateur». (Por Inocencio Ylla, 1930).

  1. Ruben dijo:

    Sigo con mucho placer las notas aquí publicadas, muchas gracias por el esfuerzo

  2. Gustavo Angelero dijo:

    Estimado Horacio, pregunta para usted u otro estudioso o aficionado.
    ¿Que era la transmisión de telegrafía, que hasta los ochentas (creo) aparecía en algunas radios de AM, que podían bajar de los 550khz?
    Saludos.

    • Sí Gustavo. Radiofaros de navegación aérea 285 450 KHz. Además históricamente, 500 kHz fue la, frecuencia de escucha de emergencia marítima.

      • Gustavo Angelero dijo:

        Ah, tan bajo? Se ve que movía bastante el «padder». Sabes que mi papá de joven, fue telegráfista de AFE, y cuando le puse transmisiónes de telegráfia en OC, me decía que el no entendía mucho porque en el telégrafo cada punto o raya era dos golpes. Entonces sustituí el parlante por un solenoide con una chapita. Entonces para, pongamos un punto, había dos sonidos, uno cuando pegaba y el otro cuando caía. Ahí si me traducía. Bendito mi viejo, tiene 89 años. Y cuando lo he llevado a visitar a un amigo, se comunican por telegráfia, dejándonos en la intriga, entre risas de ambos. Siempre te leo y disfruto mucho los posteos. Sds. Gustavo.

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