En mis primeros tiempos de radioescucha y Diexismo, cuando aún ni audífonos tenía para escuchar la Onda Corta en un humilde pero chillón receptor de radio a transistores, adquirí la destreza de apantallar con mis manos mis pabellones auriculares, de forma tal que la superficie de mi orejas aumentara con la adición de mis manos pegadas a ellas.
El sonido se amplificaba aún más, dándome mejor oportunidad de prestar atención, en mejores condiciones, la posible y esperada identificación de la emisora.
Eso no era todo: al poco tiempo, casi instintivamente, desarrollé la habilidad de mover los dedos de forma tal que doblando mis orejas, u obturando en forma regulada el orificio auricular externo podía inclusive eliminar el sonido molesto de las heterodinas, u otras interferencias, actuando como un atenuador de ciertas frecuencias de audio no deseadas. Una suerte de filtro de audio analógico y natural.
Las siguientes expresiones artísticas hablan por sí de la importancia de la oreja en la Comunicación oral. Que para los radiómanos es fundamental. Y si no que le pregunten a aquellos aficionados que alguna vez fundaron en algún país de Centroamérica, por los 70s, un club de radioescuchas llamado: «Los Radio-Orejudos».

Broche metálico de cinturón. 1976. «Got your ears on?». Conejo con micrófono y aparato de radiocomunicación de Banda Ciudadana. En venta en eBay, «Vintage USA». USD 17,oo.

«‘Cuchá, ‘Cuchá». Graffiti en un poste en una calle en Barra de Valizas, Rocha, Uruguay (2014, foto Horacio A. Nigro, LGdS)

Este emisor alemán ha sido escuchado y confirmado en Uruguay con una tarjeta similar a la de esta imagen. Fuente: http://www.mwcircle.org/

Fuente: http://www.radioheritage.net
- Y aquí.
- «Crean la primera oreja humana que se imprime y escucha» (radiorebelde.cu).