Primera Guerra Mundial: espionaje radiotelegráfico en el Río de la Plata. Dos casos, uno en Buenos Aires y otro en Montevideo. (1914-1917)

«La sexta arma. De aquél que haga funcionar mejor el telégrafo será la victoria». Portada de «Caras y Caretas», Buenos Aires, Argentina,  diciembre de 1914. (Archivo Horacio Nigro Geolkiewsky, LGdS).

Desde antes de declararse la guerra en Europa, en 1914, en Buenos Aires ya se hablaba de organizaciones destinadas a dar informes secretos sobre el territorio argentino y su producción: industrias, ganadería, riquezas naturales no explotadas y demás;  a diversas naciones interesadas en conocer un rico país y en adquirir una colocación ventajosa de sus capitales.

Pero en la misma Argentina, en realidad, nadie prestaba interés al asunto ni le daba importancia ninguna, porque así se pensaba: — «¿Y qué secretos tenemos nosotros?, ¿ni a quién le va a interesar nuestra incipiente organización militar?».

Pero sobrevino la conflagración europea y se vio que la red extensa de los negocios se complicaba y que, al mismo tiempo,  la vida en la República y su producción de cereales, carnes, lana y metales, interesaba en alto grado a los beligerantes y que la lucha alrededor de los productos se intensificaba con tanto interés como en los mismos campos de batalla.

Por otra parte, la generalización de la lucha en Europa y la persecución a toda la gente maleante había en ese entonces hecho afluir en tres años, de 1914 a 1917, a cuanto aventurero vivía al margen de la ley en el otro continente, y Buenos Aires, con su fama mundial de riqueza, de sociedad elegante y fácil de inclinación al juego, había sido, lógicamente, el punto de atracción de todo ese elemento sin patria ni arraigo en ninguna parte. Se puede afirmar que por las calles porteñas, en ese entonces,  estaban circulando los personajes turbios más audaces del mundo, que antes eran la clientela de los grandes balnearios y casinos de Europa, donde afluían los ricos extranjeros, presa codiciada de todos ellos.

¿Existió espionaje organizado en el Plata en los años de la Primera Guerra Mundial?

Al parecer sí, y hay constancias periodísticas en la prensa bonaerense de la época, más concretamente en el año 1917.

Se decía: «Algo hacía sospechar de ello, por el gran número de estaciones radiotelegráficas instaladas en  la ciudad de Buenos Aires, y cuya necesidad nadie podía explicar satisfactoriamente, ni el objeto práctico de ellas para un particular, dado lo que cuesta una instalación, y el expediente iniciado ante la cancillería argentina ya señalaba personas como jefes de una organización y la policía conocía muchos de los manejos por más que guardaba el más profundo secreto alrededor de sus gestiones para individualizar los complicados en ellos».

Casa de la calle Ayacucho 129, en Buenos Aires, donde vivia el profesor Somiosky en 1917.

Uno de estos personajes que era objeto de preocupación en la prensa de aquellos años era el profesor G. de Vercy Somiosky, cuyo nombre había trascendido sonadamente y cuya habitación en la calle Ayacucho, 129, había despertado la más intensa curiosidad.

Se preguntaba el medio periodístico: «¿La policía de investigaciones vigila y sigue alguna pista?.

Para, a renglón seguido,  afirmar: «Es indudable que sí, pues nuestro repórter fotográfico pudo sorprender a dos detectives que, según toda apariencia, seguían a uno de los sospechados en las proximidades de una legación extranjera, y sabemos que este sospechado que ocupa cierta posición social, es el sindicado como alto jefe de toda la organización. 

Dos detectives en las proximidades de una legación extranjera, y hacia donde se dirigía uno de los presuntos jefes del espionaje.

Y agregaba la publicación:

«Lo que se sabe de positivo es que desde el principio de las hostilidades, los imperios centrales tienen en nuestra Capital, sin ningún misterio, un agente especial que lleva todos los datos referentes a nuestro movimiento portuario: frutos del país que se embarcan, buques que llegan, buques que salen, cargamentos que
llevan, reservas de nuestras cosechas, precios que se pagan y demás informes, que eran enviados en estos últimos tiempos a un agente residente en España, el que los enviaba a su destino; y una de estas comunicaciones, es la que ha sido interceptada por autoridades inglesas y ha dado lugar a la reclamación, juzgándola como acto de espionaje, perjudicial para los intereses de nuestro país».

Espionaje radiotelegráfico en Montevideo.

Baltasar Fernández Gestino, el uruguayo a quien sorprendió la Policía de Montevideo, con una supuesta estación radiotelegráfica instalada.

A la vez, se reportaba en la misma nota que, en Montevideo, la capital de Uruguay, la policía había sorprendido una estación radiotelegráfica en la que aparecía como propietario un tal  Fernández Gestino, «sin medios de fortuna y que no pudo explicar la utilidad de su instalación».

El mástil de la antena era un pararrayos existente en un mirador y un alambre que lo ligaba con una chimenea, y de aquí salía un cable, que pasando por el marco de una puerta, penetraba al interior de la pieza ocupada por Gestino.

Las fotos ilustran al personaje y su vivienda con su presunta instalación de antena.

Azotea de la casa habitación de Fernández Gestino, desde la que se ve el mirador y el pararrayo que servía de soporte a la antena.

Pieza (marcada con una X en la foto), en la que tenía instalada la estación Fernández Gestino, en la casa de la calle Treinta Nº 1526, en Montevideo.

 

La noticia trascendió fronteras y fue publicada en la prensa especializada internacional. En efecto, «The Wireless Age», publicada por Wireless Press, en Nueva York, EE.UU., dio cuenta del asunto en su edición Nº 1 de octubre de 1917.  Este es un facsímil de la página:

Fuente

  • «Caras y Caretas«, Buenos Aires, Argentina, agosto de 1917. Adaptado. (Archivo LGdS).
  • Wireless Stations and Spies», nota en «The Wireless Age», publicada por Wireless Press, en Nueva York, EE.UU. Nº 1, octubre 1917. Página 4.

Referencias complementarias

  • «La Argentina y la Primera Guerra Mundial», por Fernando J. Devoto, en la página web de Fundación Mapfre, «Historia». Publicado en 16 de abril de 2014. (Visto en julio 31, 2014).
  • La Primera Guerra Mundial (1914-1918), interactivo en Educ.ar. (Visto en 31 de julio de 2014).

 

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