Illustración de cómo los satelites geoestacionarios, retrasmiten las señales de TV desde y hacia la Tierra. De «Les hommes dans l’espace», 1963.
Fue Arthur C. Clarke, quien concluida la guerra, en 1945, publica su artículo técnico Extra-terrestrial Relays, en el cual sienta las bases de los satélites artificiales en órbita geoestacionaria (llamada, en su honor, órbita Clarke), una de sus grandes contribuciones a la ciencia del siglo XX. Este trabajo le valdrá numerosos premios, becas y reconocimientos. ¹
«Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia». Tercera Ley de Clarke, Perfiles del futuro (1962).
Más…