Gustavo Coll es un coleccionista uruguayo de aparatos telegráficos, con un acervo de valiosísmos elementos que son parte de la historia de la Telegrafía en Uruguay y en el Río de la Plata.
El Sr. Coll, fue durante años gerente de The Western Telegraph en Montevideo, el último de la compañía. Tuvo a su cargo la reparación de los cables submarinos que la compañía tenía en el Río de la Plata.
Mantiene un excelente sitio web, de edición bilingüe castellano-inglés, que muestra en forma ordenada los elementos que integran el acervo y algunas explicaciones sobre su actividad como coleccionista.

Uno de los aparatos que pertenecen a la colección de Gustavo Coll es esta Estacion intermedia de uso militar (Primera Guerra Mundial). Está sin su caja de transporte, provista de entintador y descargador a tierra. Fabricada por E. Ducretet, Paris. (Foto crédito Colección Gustavo Coll, publicada en Signa Telegraph Collection)
El Sr. Coll, manifestó su deseo de donar a la Intendencia Municipal de Colonia, esta invalorable colección, de 500 piezas, que pueda darle, de esta forma, protección patrimonial y posibilitar un espacio para albergarla y exhibirla en forma más conveniente, con la indudable ventaja de que mayor cantidad de público pueda apreciarla.
Por lo pronto, Intendencia Municipal del Departamento, a través de su sistema de Relaciones Públicas, en la persona de la periodista Rosanna Crosta, ha entrevistado a Gustavo Coll, en el programa «Obra de Todos», en You Tube.
Según los historiadores, la década que comenzó en 1860 vio a un Uruguay con muchos cambios y una gran actividad comercial. El conflicto bélico, fuera de fronteras, que se inició en 1865 trajo un gran aporte de dinero dado que Montevideo era la base de los soldados brasileños que marchaban al Paraguay y se abastecían en nuestra plaza. Al mismo tiempo aparecieron los capitales extranjeros, deseosos de invertir en estos parajes.
Ya en 1861 se decidió implantar el sistema métrico decimal y en 1862 se instaló Liebig. Se instalaron nuevos bancos como el Banco de Londres y del Río de la Plata; se accedió por primera vez al mercado financiero de Londres en 1864 por gestión del barón de Mauá. En 1869 se inauguró el servicio de ferrocarriles.
En 1866 el Uruguay estaba gobernado por Venancio Flores, Argentina por Bartolomé Mitre y en Inglaterra se vivía el esplendor de la época victoriana. Existía una importante y floreciente actividad comercial entre ambas márgenes del Río de la Plata.
Las comunicaciones entre Montevideo y Buenos Aires eran por medio de transporte fluvial, por lo que eran necesarias más de 24 horas para comunicarse ida y vuelta entre ambas ciudades. La conveniencia de hacerlo en forma más segura y rápida era evidente.
Había habido en 1855 una demostración del telégrafo eléctrico en un circuito instalado entre el Cabildo y una casa en la calle Colón, pero no había sido más que eso, una demostración.
Conscientes de la necesidad de tener comunicaciones rápidas e interesados en una solución, varios hombres de negocios, con intereses comerciales en ambos países decidieron formar una empresa que aportase una solución de última tecnología para la época, es decir la comunicación telegráfica, en este caso, submarina. Esos hombres eran de origen británico y la empresa, bajo el nombre de “The River Plate Telegraph Co.” se fundó en Glasgow en 1865, con un capital inicial de 40.000 libras esterlinas.
Desde el punto de vista tecnológico la solución de un cable submarino era realmente la última palabra para la época y debe recordarse que este emprendimiento tuvo lugar a pocos años de funcionar efectivamente en otras partes del mundo. Pero el éxito no siempre acompañaba a los emprendimientos similares, algunos de los cables de esa época, dejaron de funcionar casi inmediatamente por motivos técnicos o eran dañados por accidente.
Obtenidos los permisos necesarios (en 1865) y un monopolio de 15 años, se encargó un cable submarino a la empresa inglesa W. T. Henley, cable que fue tendido por el buque de la armada británica “Dotorell” entre Colonia y Punta Lara, en la Argentina, en noviembre de 1866.
No obstante, el sistema no estaba completo al momento de la inauguración. El tendido de la línea aérea en el lado argentino no estaba terminado aún y los primeros despachos fueron enviados por mensajero expreso a Buenos Aires, desde Punta Lara. El cable constaba de tres conductores independientes lo que permitía un enlace en ambos sentidos al mismo tiempo.
Recién en 1890 se instaló el sistema duplex, que habilitaba la transmisión simultánea, en ambos sentidos, por un mismo conductor. Es interesante destacar que buena parte del cable original, entre Colonia y Punta Lara permaneció funcionando hasta el año 1970, cuando el sistema fue abandonado.
En el lado uruguayo la línea aérea tocaba Canelones, San José y Rosario. con más de 2300 postes. Desde esos puntos era posible cursar tráfico telegráfico.
En el año 1873 se tendió un cable entre P. Yeguas y Colonia para hacer más segura la comunicación Montevideo – Colonia. La casa desde donde operó “The River Plate Telegraph Co.” en Colonia aún existe, más precisamente en la calle De San Pedro No. 142.
Tan grande era la expectativa por el nuevo servicio que el día de la inauguración del mismo se declaró feriado nacional en Uruguay, y se intercambiaron mensajes de felicitación entre los mandatarios de ambos países, luego de una salva de 21 cañonazos.
Entre los directores se encontraba el Sr. John Proudfoot, ingeniero, que también participó en el directorio del “Ferro-carril Central” y la “Bolsa Montevideana”. Una calle en el barrio Peñarol lleva su nombre hasta estos días.
La operación comercial y técnica de la nueva empresa estaba a cargo del Sr. John Oldham, como superintendente (así se llamaba en esos días) manejándose toda la operación desde Montevideo. El Sr. Oldham había participado en las primeras tentativas para tender un cable transatlántico y tenía la experiencia adecuada junto con los conocimientos técnicos requeridos. Más tarde fue condecorado con la Orden de la Rosa por parte del entonces emperador del Brasil, por su trabajo pionero de introducir la telegrafía en el Río de la Plata.
Como referencia se señala que el precio de un telegrama era de 4 pesos (o patacones) por las primeras 20 palabras; cada cinco palabras adicionales se cobraba a razón de 1 peso.
La transmisión de los mensajes era realizada por medio del aparato Wheatstone ABC que si bien era lento no necesitaba de personal idóneo. Más adelante se pasó al código Morse, que aunque requería personal especializado era mucho más rápido. Recién a principios del siglo veinte se llegó a la transmisión y recepción automática de los telegramas.
Faltaba conectar al Uruguay con el resto del mundo.
Se funda en Inglaterra en 1873 “The Brazilian Submarine Telegraph Co. con el propósito de unir el continente europeo con Brasil y se inaugura en 1874 el servicio entre Carcavelos (Portugal) y Recife en el estado de Pernambuco. En esta empresa figuraba como principal promotor el Barón de Mauá. El cable tocaba además Madeira e Islas de Cabo Verde.
La operación en Carcavelos ya formaba parte del grupo británico “The Eastern and Associated Telegraph Companies”, por lo que se aseguraba desde ahí conexión con las mayores ciudades del mundo.
Se formó en 1873 “The Western and Brazilian Telegraph Co.” para tender cables submarinos entre todas las ciudades importantes de la costa brasileña. Se esperaba tender a continuación un cable entre la ciudad de Río Grande y Montevideo (pasando por Chuy y Maldonado). Desgraciadamente en el intento se perdió en 1873 el cablero “Gomos, que encalló cerca de Río Grande, perdiéndose todo el cable a bordo. En noviembre de 1874 el cable de reemplazo fue embarcado en el cablero “La Plata” el que a su vez naufragó en la bahía de Vizcaya, perdiéndose la totalidad de la tripulación (55 hombres) y todo el cable.
Se recurrió temporalmente a la red aérea del “Telégrafo Oriental” de capitales uruguayos, que saliendo de Montevideo llegaba a Yaguarón y de ahí a Pelotas y Río Grande donde se recibían los mensajes para ser entregados a la Western and Brazilian. Este sistema funcionó por primera vez el 4 de agosto de 1874. Existía sin embargo un cable entre Chuy y Montevideo tendido por el cablero Mazzepa, operado por la Montevidean and Brazilian Telegraph Co., compañía que fue luego comprada por la Western and Brazilian Telgraph co.
Por fin en 1875 se inauguró el servicio entre Uruguay y Europa, por cable, al tenderse el cable entre Rio Grande y Montevideo, con escala en el Chuy. Era el último eslabón. La demora de más cuarenta días en la correspondencia desde o hacia Europa, se redujo de golpe a horas.
La Brazilian y la Western and Brazilian operaron en forma conjunta hasta el año 1899, cuando se fusionaron bajo el nombre de “The Western Telegraph Co.”. Ésta y la River Plate Telegraph Co. compartieron las mismas instalaciones en la calle Cerrito y Misiones. The River Plate Telegraph Co. fue luego fusionada a The Western Telegraph, la que formaba parte del grupo arriba mencionado.
La estación de Montevideo era muy importante, porque manejaba todo el tráfico de la Western entre Argentina (y buena parte del de Chile) y el resto del mundo, por consiguiente y antes del advenimiento de la retransmisión automática requirió de los servicios de mucho personal, el que en buena parte era extranjero. Baste indicar que la compañía tenía para su personal europeo en Montevideo, una mansión que incluía 5 canchas de tenis sobre un terreno de casi diez mil metros cuadrados, deslindado por las calles 26 de Marzo, Benito Lamas, Berro y Luís Cavia.
La competencia a nivel de comunicaciones intercontinentales desde Montevideo, recién llegó a principios del siglo XX con la instalación de otras compañías cablegráficas y el advenimiento de la radiotelegrafía. En la “Western” el código Morse (modificado para telegrafía submarina) fue abandonado en los primeros años de la década del 70, usándose el de cinco unidades (como el del servicio Telex). Por último los cables submarinos fueron abandonados y se estableció un enlace satelital directo con Londres.
The Western Telegraph Co. en Montevideo, cerró sus puertas en diciembre de 1980 y fue la última en operar con ese nombre en todo el mundo. Cesó entonces la presencia británica en telecomunicaciones en Uruguay luego de 114 años de servicio ininterrumpido.
Queda algo de ella sin embargo: el reloj de doble faz con números romanos que se ve en el frente del Hospital Británico, estuvo en la fachada de The Western Telegraph Co. desde 1917 hasta su cierre.
(¹)
En el número 119 de la revista argentina «Caras y Caretas», editada en Buenos Aires, correspondiente al 12 de enero de 1901 se lee el siguiente artículo:
TELÉGRAFO INTERNACIONAL
Inauguración de una nueva línea con el UruguayEl domingo anterior celebraron unidas las direcciones superiores de los telégrafos nacionales del Uruguay y de la Argentina, una modesta fiesta conmemorando un hecho trascendental para ambos países: la conexión en Martín Chico de los telégrafos de ambas repúblicas.
De nuestro puerto partió en el vapor «Vigilante» el doctor García Fernández, acompañado por el secretario doctor Peluffo, el jefe de telégrafos señor López y otros empleados superiores de la repartición a su cargo, encontrándose al llegar a aguas orientales con su colega el señor Honoré Roustan, que venía de Montevideo en la cañonera «Suárez» El acontecimiento trascendental para ambos países fue, no pomposa pero sí cordialmente celebrado, y los representantes oficiales de ambos gobiernos se trasladaron juntos en la cañonera «Suárez» hasta Martín Chico, donde se hizo en su presencia la conexión de los cables, labrándose el acta correspondiente.
He aquí las palabras con que el Dr. Miguel García Fernández reseñó la importancia del acontecimiento:
Fecundos son, señor Director General; estos actos de suma trascendencia en relaciones mutuas de dos repúblicas, con tanta razón llamadas hermanas, por la comunidad perfecta de todas sus grandes manifestaciones nacionales, desde el origen de la raza, hasta el idéntico rumbo que han tomado hacía su mayor desarrollo y progreso en Sud-América. Extraña considerar cómo hasta el presente no hubiera existido ya esta comunicación telegráfica entre ambos países, tan ligados é íntimamente unidos en una misma tendencia expansiva de la más amplia civilización.
Tócanos a nosotros el honor de inaugurar esta línea internacional, cuya importancia es casi inoficioso poner de manifiesto, cuando por sí sola se patentiza recordando que es la primera de carácter público y oficial y por consiguiente el primer paso de uniformidad y reducción en las tarifas, lo que vale decir, el máximum de facilidad en el intercambio de trasmisiones telegráficas, la utilización más cómoda, rápida y segura de la palabra eléctrica.

La oficina del telégrafo internacional de Martín Chico.
De ésta, más que de ninguna otra vía de relaciones, necesitan uno y otro país—y es para mí una verdadera satisfacción, el felicitar á V. S. con motivo por demás plausible, al haberle tocado como a mí, el honor de trasmitir el primer despacho inicial, de otros innumerables, sin solución posible en el tiempo, como las aspiraciones, los sentimientos y la simpatía de uruguayos y argentinos.
Al entrelazarse estas dos grandes redes telegráficas, con esta unión que tan auspiciosamente presidimos, tomarán mayor vuelo, si cabe, esas relaciones múltiples, que constituyen la verdadera alma nacional de cada pueblo, manifestada por todoslos altos intereses de la época moderna, la idea y la acción, por medio de la prensa, del comercio, las vinculaciones sociales y políticas, en una palabra, todo el diapasón de las grandes palpitaciones de la vida nacional el pensamiento director de los gobiernos y los sentimientos populares de las muchedumbres, que se dirigen por igual rumbo y hacia un mismo ideal en una y otra banda del Plata.

Los directores de correos argentino y uruguay, en el momento de firmar el acta de la conjunción de los cables a bordo de la «Suárez».
Y son mis anhelos, señor director general, que este hilo de hierro que hemos lanzado a través del majestuoso río sea el vehículo duradero que sirva siempre para mantener inalterable la corriente de simpatías de estos dos pueblos viriles.»
Las palabras del señor García Fernández fueron muy aplaudidas por los asistentes a la fiesta.
Fuentes:
- Signa Telegraph Collection, sitio web del coleccionista uruguayo Sr. Gustavo Coll.
- Historia del Telégrafo en el Uruguay, en el blog «Al Oriente del Uruguay».
- «Telégrafo Internacional, Inauguración de una nueva línea con el Uruguay», «Caras y Caretas», Buenos Aires, Argentina, Nº119, Año IV. (Archivo Horacio Nigro Geolkiewsky/LGdS).
Agradecimiento:
- Federico Sierpien, CX5AA, Montevideo, Uruguay.
Es muy interesante la historia de la telegrafía por código de Morse y la automática en sudamérica especialmente en países como Uruguay, Argentina, Brasil y otros. En el caso de Argentina se hizo a través del servicio de Correos y Telégrafos de la Nación y también por empresas internacionales como Transradio Internacional, Cidra, Western, Reuter y otras para comunicaciones internacionales vía radio utilizando técnicas como el sistema TOR y TONO ( TELETYPE OVER RADIO POR TONOS DIFERENCIADOS) mediante teletipos. No quiero extenderme más por razones de tiempo.Muy interesantes los artículos de la Radiodifusión y las Telecomunicaciones.
Fuí el ultimo mensajero de telegrafo Western diciembre de 1980 y gran persona el gerente Gustavo Coll. Luis Medina San Martin.
Trabaje en la Wester Telegrap colpany limited…mi nombre Jorge Washington Lombardi…teniendo 18 años cumplidos desde 1967 hasta 1975 y mi padre Washington Lombardi trabajó muchos años jubilandoce…que desgraciadamente la compañía tenía que cerrar…tuve el honor de conocer a Gustavo Coll muy joven por entonces y muy capas.
Yo tenía a mi cargo darle cuerda al reloj aceitarlo arreglar su iluminación etc…también la importantísima experiencia de salir embarcado a la reparación del cable …Me emociono mucho ver las fotos del edificio y su reloj años felices…Los Ingleses unos señores con el trato….trabaje con Alemanes, Polacos, Argentinos ,Chilenos, el buen trato lo encontré con los Franceses y los Filandeces.. Bueno algo anduve hoy jubilado con 73 años y 50 años de trabajo sobre mis espaldas.Si estuviera la posibilidad quiero dejarlevun fuerte abrazo a Gustavo me emocionó verlo ..GRACIAS