El nuevo “CQ”: de las ondas a la sala de estar
En un mundo saturado de distracciones digitales, la radioafición se encuentra en una encrucijada. Su legado —décadas de historia, servicio y maestría técnica— corre el riesgo de convertirse en una reliquia, confinada en un rincón polvoriento de la estación.
Durante más de un siglo, la ARRL y otras instituciones han sido el pilar de este pasatiempo. Pero el futuro… no se construirá en boletines impresos ni en sedes de clubes. Se transmitirá directamente a la sala de estar, a las pantallas inteligentes, allí donde ya habita la próxima generación.
Reimaginando el CQ para la era digital
Durante generaciones, “CQ” fue la llamada universal para establecer contacto. Hoy, debemos traducir esa llamada a un nuevo medio.
“En vivo desde la estación” no es simplemente otra transmisión. Es una experiencia visual e inmersiva concebida para tender un puente entre tradición y tecnología. Al emitir directamente en televisores inteligentes, tabletas y teléfonos, transforma la radio de un sonido abstracto en algo vivo, tangible y emocionante.
Pilares de contenido que despiertan curiosidad
Sesiones de operación en vivo: Siente la adrenalina de una DXpedición o un concurso mientras sucede. No solo el sonido de un distintivo distante, sino la imagen de las manos del operador sobre el equipo, los mapas de propagación iluminados y la emoción reflejada en su rostro.
Más allá de las ondas: historias humanas de servicio y pasión. Desde el “Héroe radioaficionado” que mantuvo viva la comunicación en un desastre, hasta la “Joven Chispa” que persigue su primer contacto, estos relatos nos recuerdan que la radioafición trata de personas, no solo de señales.
Aprende con nosotros: lecciones visuales y directas que eliminan el misterio. Desde la obtención de la licencia hasta el montaje de antenas, haremos que el ingreso a la afición se sienta menos como un rompecabezas y más como una invitación.
Por qué es imprescindible la conexión con pantallas inteligentes.
Las instituciones históricas enfrentan una elección clara: adaptarse o desaparecer. Transmitir por streaming no es opcional: es cuestión de supervivencia. Sin ello, el riesgo es real:
- Obsolescencia: Un público joven, criado con medios digitales enriquecidos, no nos buscará en revistas impresas.
- Pérdida de influencia: Una membresía menguante reduce la capacidad de incidencia, especialmente cuando arrecian las disputas por el espectro.
- Estancamiento: Rehusar nuevas plataformas cierra la puerta a la innovación por parte de quienes podrían revitalizar la afición.
Un salvavidas para la radioafición
“En vivo desde la estación” ofrece un camino a seguir: interacción directa, narración inmediata y un puente entre el alma intemporal de la radio y las expectativas digitales de hoy.
La radioafición siempre ha tratado de conexión. Al llevar ese espíritu directamente a los hogares, podemos garantizar que la próxima generación no solo descubra la afición, sino que sienta el impulso de tomar un micrófono, pulsar una llave y llamar CQ por sí misma.
Fuente:
Texto original de Scot R. Morrison KA3DRR
En Uruguay, un gran promotor de la radioafición es Víctor, CX6AV. Este es su canal de TikTok, donde a través de sus vivos pueden apreciar de qué se trata esta actividad de establecer contactos con radioaficionados de todo el mundo a través de las ondas de radio.


Estimado Horacio, redactor y lectores de la GDS.
Lo interesante, a mi entender, es que la esencia no cambió: seguimos buscando el contacto, la compañía y la curiosidad de escuchar lo que hay más allá.
La magia de las ondas se trasladó a un terreno más cotidiano, pero con el mismo encanto de descubrir voces, historias y amistades.
Quizás el “nuevo CQ” no se limite a encender el transmisor, sino a abrir la ventana—real o virtual— a la conversación.
Al fin y al cabo, tanto en la radio como en la vida, siempre estamos diciendo: “Hola aquí estoy, ¿quién me escucha?”.