Era común en las gloriosas décadas de la radio, los 30, los 40. que los fabricantes de las más reconocidas marcas de aparatos, entregaran como obsequio al comprar un aparato, o solicitarlo al vendedor o distribuidor, algún elemento auxiliar, incorporando al mismo tiempo la condición de promoción publicitaria, en forma de tarjetas o ábacos tipo dial, en cartón, que posibilitaban al oyente encontrar datos necesarios para posibilitar una escucha efectiva. Hace un tiempo publicamos aquí una tarjeta de origen uruguayo con la «Hora Mundial».
En esta oportunidad, gracias a la cortesía del Sr. Raúl A. Álvarez, de Beccar, Buenos Aires, Argentina, publicamos esta extraordinaria «ruedita» fabricada por Philips Argentina, que pertenece a su colección.
En el reverso, se leen sendas advertencias y consejos para la recepción de las Ondas Cortas. Ello nunca fue muy sencillo, en comparación con la sintonía de las radioemisoras de Onda Media, a la que por estos lares, a su vez, se le denominaba erróneamente Onda Larga. Requería dedos más atentos a las pequeñas variaciones en la perilla del dial. Oídos mucho más tolerantes y paciencia, ¡mucha más paciencia!
Un campo de frecuencias mucho más vasto, y horarios específicos para encontrar ciertas emisoras, sumado a los ruidos o interferencias, hizo del aficionado a las Ondas Cortas una especie mucho más restringida, más exclusiva. Generalmente, luego que todos se iban a dormir, allí quedaba el radiómano embelesado hasta altas horas de la noche, tratando de descubrir nuevas estaciones. Con el suspenso y adrenalina de cada trasnochada agregando un nuevo país a su cuaderno de bitácora.