La televisión llegó al Uruguay en 1956, de mano del pionero Raúl Fontaina, de Radio Carve, con el primer canal comercial y privado, SAETA TV, Canal 10, inaugurado el 7 de diciembre de ese año, desde el predio de la Exposición Nacional de la Producción en el Cilindro Municipal.
Una cámara manejada por «Pisa» Severino, la dirección de Raúlito Fontaina y el trabajo de un puñado de técnicos, electricistas, tramoyistas, escenógrafos, maquilladores, locutores, iluminadores, operadores, actores, etc. empezó desde los viejos «galpones».
Pocos eran, sin embargo, quienes tenían un aparato de TV en ese momento. La recepción era dificultosa en algunas zonas de la ciudad. Se hacía televisión a fuerza de voluntad y cierto nivel de improvisación. SAETA era el único canal. Paulatinamente, aparecieron marcas de aparatos y sus importadores y vendedores, instaladores de antenas, talleres de service técnico, avisadores…

1960: aviso publicitario para el televisor «Grundig», de origen alemán, que importaba y vendía la casa de venta de electrodomésticos «Walford Radio Televisión», en Montevideo. El texto publicitario presenta un ostensible error: «Grunding», en lugar de «Grundig». («Reporter», Nº2, 14 de diciembre de 1960). (Biblioteca Digital Trapalanda de la Biblioteca Nacional, Uruguay).
Cuatro años más tarde, ya se vislumbraba la aparición de otras señales en Montevideo.
La revista «Reporter», en su Nº 2, con fecha 14 de diciembre de 1960, publicó un interesante artículo con el título «Un televisor no debe ser un dolor de cabeza», con un informe esclarecedor al consumidor, de qué aparatos y accesorios podría adquirir, en vista de ampliarse la oferta programática con nuevas señales de aire.
Es el informe, con abundancia y detalle de datos, consejos y referencias muy esclarecedores, que transcribimos a continuación:
EL próximo año será muy importante para la televisión uruguaya. Dos estaciones comerciales —el Canal 4 y el Canal 12—, saldrán al aire a competir con la existente emisora SAETA Canal 10. Y hasta es posible, aunque mucho menos seguro, que el SODRE ponga finalmente en funcionamiento su retardado Canal 5, cuyo transmisor, antena, cámaras y todo lo necesario para operar llegaron a Montevideo hace más de tres años y están guardados en cajones, víctimas de la ineficiencia burocrática.
Habrá programas para elegir. Y estos programas podran ser vistos en la ciudad de Montevideo y alrededores hasta distancias de 60 kilómetros, y quizá más si las nuevas emisoras dan a sus antenas alturas y rendimientos adecuados.
El momento invita a comprar. Y aunque los precios son relativamente altos, no hay ningún indicio que permita suponer una baja en el futuro inmediato. Más bien, la tendencia será a la suba, como resultado de la incidencia de gravámenes diversos y del costo cada vez más alto de los materiales en el mercado mundial. Por todo ello, adquirir un televisor deberá considerarse una operación delicada. He aquí algunos buenos consejos, basados en las opiniones de técnicos uruguayos especialmente consultados:
Las pantallas
En la elección de un televisor, ha de considerarse en primer término la dimensión de la pantalla. La mayoría de los receptores que se ofrecen son de 21 pulgadas, tamaño más que suficiente para el 95 % de las familias uruguayas. Usted no necesita pantallas de 23 ni de 24 pulgadas, si no tiene ambientes muy grandes donde colocar su aparato. La pantalla de 17 pulgadas es muy adecuada para las casas del Uruguay, donde el living-comedor es bastante reducido.
Si usted no puede alejarse más de 3 metros para ver TV, las imágenes de 17 pulgadas le parecerán mejores, más claras y con más detalles.
Para los dormitorios, se recomiendan pantallas pequeñas: la de 14 pulgadas es muy adecuada en la mayoría de los casos. Pero en estos momentos hay muy pocos aparatos de tales características en nuestras casas comerciales. Las pantallas suelen venir protegidas por un cristal que las recubre. Conviene que sea plástico, aunque tendrá que tener cuidado al limpiarlo, pues se rayan fácilmente. Protectores coloreados, polarizados o antirreflectivos, mejoran algo la visión en ambientes iluminados, pero no son esenciales. No pague por ellos una suma importante.
La pantalla (tubo, imagen o Kinescopio) suele venir en dos estilos: el convencional de 90º y el más moderno de 110º. Este último permite reducir la profundidad del receptor; haciéndolo más compacto y elegante. Pero esa es la única ventaja del tubo de 110º, ya que en él, la imagen no mejora y demuestra tendencia a mayores deformaciones.
Mueble y estilo
Los aparatos que se le ofrecerán pueden ser de mesa, de pie, —incluyendo en esta categoría a las consolas— y portátiles.
Algunos modelos traen patas atornilladas o retirables a voluntad, permitiendo que usted los ubique en un lugar fijo o sobre mesitas rodantes que permiten pequeños desplazamientos. En la consideración de mueble, color y estilo tendrá que tomar en cuenta el amoblado del lugar donde piensa ubicarlo. Si elige un modelo portátil (con antena incluída) es bueno que no confíe demasiado en tal antena y provea la colocación de otra exterior, con derivaciones para todos los lugares donde piensa utilizar el televisor. Recuerde que los aparatos en cajas de madera suelen tener mejor sonido que los de caja de metal.
Marca y armado
Prefiera las grandes marcas, mundialmente conocidas, siempre que sean vendidas o distribuidas por entidades comerciales responsables. Es importante que los elementos del aparato sean importados y de buena procedencia, pero no es esencial que el aparato haya ingresado al país totalmente armado.
Entre las ventajas del armado nacional, están la reparación más fácil y un precio del receptor considerablemente más bajo.
Entre las desventajas figura la de que los receptores totalmente importados suelen incluir diversos adelantos y “chiches” que no se encuentran en los armados nacionales. Y son más compactos también, como resultado de los circuitos impresos.
Compruebe que el receptor que le venden tenga 12 Canales (del 2 al 13). El Canal 1 no existe en ningún aparato ya que la denominación fue abandonada internacionalmente en los comienzos de la TV. Algunos aparatos carecen de ciertos canales. Exija seguridades que el receptor pueda operar en todos los canales mencionados. Esto es muy importante.
Por regla general todo vendedor le garantizará el funcionamiento del receptor por un año. Pero no querrán extender la garantía a las válvulas ni al costoso tubo imagen (pantalla). Algunas casas, más liberales, garanten el tubo imagen por 3 meses y las válvulas chicas por un mes. Trate de conseguir por lo menos eso. Aunque no es frecuente, ha ocurrido que el tubo se queme a las primeras de cambio.
Recepción a distancia
Algunos receptores son más sensibles que otros y se comportan mejor en lugares donde la recepción es débil. No se ponga muy nervioso con la recepción de estaciones argentinas. Pese a que el 60 % del costo de la antena está invertida en el elemento dirigido a Buenos Aires, lo cierto es que en 9 oportunidades de cada 10, ni usted ni nadie podrá ver los programas porteños. Razones: Montevideo está fuera del área de alcance de las estaciones argentinas. Y cuando éstas llegan, es por mera casualidad: una especie de regalo de las capas ionizadas de la alta atmósfera que reflejan las ondas, haciéndolas caer sobre nuestra capital. Pero aún en estos casos, la transmisión puede desvanecerse en cualquier momento. Un amplificador de antena (booster) mejorará algo, (muy poco) este incierto panorama.
Antenas
Es casi seguro que su televisor necesitará antena exterior. Nuestro Canal 10 es una estación de poca potencia pero la recepción de Buenos Aires, requiere siempre una antena de alta ganancia: dos napas, 20 elementos o multicanal. La recepción de SAETA no es tan critica y queda ampliamente asegurada con una antena de 5 elementos.
Las antenas de bronce son más durables y mejores, —aunque más pesadas— que las de aluminio. Un caño de hierro galvanizado de 6 metros, con sus correspondientes riendas y grampas de amure, es lo habitual para el sostén del sistema captador de señales.
Quizás la próxima aparición de los Canales 4 y 12 obliguen a algunas reformas y encarezcan su antena.
La ubicación de estas emisoras en distintos puntos -Canal 4 en el Palacio Salvo y Canal 12 en Plaza Libertad— exigirán algunos reajustes, pero los gastos serán pequeños.
Los costos
Los receptores tipo de mesa, con pantallas de 21 pulgadas pueden costarle entre $ 4.650.00 y $ 6.000.00 en armados nacionales. Receptores equivalentes, armados y calibrados en sus países de origen son considerablemente más caros: $ 6.700.00 a $ 9.000.00, de acuerdo a sus marcas, procedencias y diversos pequeños detalles o “lujos”. Los aparatos de pie y las consolas en armados nacionales, pueden costar entre $ 5.250.00 y $ 7.900,00.
Algunos de éstos tienen radio de onda larga o pasadiscos incluídos. Aparatos de 23 y 24 pulgadas, generalmente importados, en hermosas consolas y con 2 ó 3 altoparlantes, suelen costar entre $ 11.000.00 y $ 14.000.00. Estos son los aristócratas del mercado. Aparatos de mesa de 17 pulgadas se encuentran muy pocos y su precio se diferencia escasamente de los de 21 pulgadas. (aproximadamente 8 % menos). En cambio los portátiles de 17 pulgadas, armados en origen —aquí todavía no armamos portátiles— cuestan alrededor de $ 7.000.00.
Las antenas tienen precios más uniformes. Colocadas, con elementos de alta ganancia para recepción de estaciones argentinas y parrilla para SAETA, se cotizan entre $ 620.00 y $ 795.00. Puede haber recargos si su azotea es de tejas, techo a dos aguas ($ 150.00) y en otros casos especiales. Siempre pagará $ 3.00 por cada metro de bajada después de los primeros quince, que se incluyen en el precio inicial. Este detalle debe ser tenido en cuenta en casas de apartamentos de varios pisos.
Otros gastos: carrito o mesita de ruedas en hierro, desde $ 110.00 a $ 180.00. En madera desde $ 140.00 a $ 270.00. Si Ud. vive en algún barrio donde la corriente tiene grandes caídas de voltaje, tendrá que comprar un transformador regulador de tensión. Los mejores son los automáticos: cuestan $ 675.00.
Cómo pagar sin dolor
No se asuste: le darán facilidades en casi todas las casas. Lo corriente es exigir una entrega inicial que va del 20 % al 50% del valor de su compra. Y luego le otorgarán 10, 15, 18, 24 y hasta 30 meses. Los intereses son muy moderados: 2 % de recargo. También habrá que pagar algo por la gestión (timbres $ 20.00) y en algunas casas le facturan por separado gastos de cobranza ($ 80.00) que usted puede redimir si va a pagar personalmente.
Pero aún suponiendo que no pudiera hacer ninguna entrega inicial, todavía puede haber televisión para Ud.: hay quien le entrega el aparato, con tal que se comprometa a pagarlo en 10 meses. Ahora piense, y después, decídase.
En el número siguiente de «Reporter», el Nº3, del 28 de diciembre de 1960, la revista publicó el siguiente comentario de un lector radicado en la ciudad de Florida, distante a 97 kilómetros de la capital.

Otro aviso publicitario de Walford Radio Televisión, Montevideo, Uruguay, publicado en «Reporter», Nº24 del 4 de diciembre de 1961. Se aprecian los nombres de las principales marcas de televisores que ofrecía la firma, «instalados en el día».
(Fuente: Biblioteca Digital Trapalanda de la Biblioteca Nacional, Uruguay).
Fuente:
- Revista «Reporter», Nº 2 , 14 de diciembre de 1960 y 3, 28 de diciembre de 1960, Montevideo, Uruguay. (Biblioteca Digital Trapalanda de la Biblioteca Nacional, Uruguay. Licencia).
Si este artículo es de 1960, en poco tiempo se haría practicamente universal el tubo de 23 pulgadas y el circuito tipo «Wells Gardner», ya que en mi casa había un Stromberg Carlson norteamericano, comprado en 1963, con ese circuito. Todas las pantallas más chicas desaparecieron hasta mediados de los 70, retomando con la aparición del Philips TX12, realmente portatil y a batería de bajo consumo, a diferencia de los Philco redonditos,(el otro portatil muy vendido) y que coincidió con el boom venido de Argentina de acampar o tener casa rodante. Recuerdo haberlo sufrido, intentando ver algo de tele en una TX12 nuestra, acampando en una carpa de cuadrilla de AFE (mi viejo era ferroviario), al lado del arroyo Sarandí.
Ya cerca de los 80 entraron los 12 pulgadas orientales (Toshiba, Sanyo), compitiendo o conformando a los que no se podían aún comprar un tv color.
Respecto a la recepción de Argentina en Florida, es un caso de estudio, es pasar el peaje de ruta 5 y desaparecen las FM locales y las argentinas entran como locales.
Lo mismo creo pasa en Paysandú, yo no lo he podido comprobar, ya que con la venida de la tv cable, la gente no las usa, pero se ven las clásicas parrillas dobles apuntando a BsAs, y tengo entendido la recepción era muy buena.
Saludos y siga publicando que muchos lo leemos.
«llegaron hace más de tres años y están guardados en cajones, víctimas de la ineficiencia burocrática»…. es de hace más de medio siglo pero parece escrito ayer .