«Varios aficionados y cultores de este
nuevo e importante invento, nos hacen
saber que de un tiempo a esta parte, una
persona que se trata de individualizar,
para denunciarlo al Ministerio de Marina
tiene el poco laudable entretenimien-
to de molestar diaria y constantemente
con una transmisión telegráfica que
interrumpe las recepciones de las audicio-
nes de Buenos Aires y Montevideo.Ese modesto personaje, ha de creer
que su acción es una gracia; pero no
ha de pensar que cae bajo las penalidades
rigurosas del Código de Marina y que
una vez descubierto, ha de lamentar la
peregrina idea, por lo que no dudamos
que con esta advertencia, ha de suspen-
der su actitud, dejando de ponerse al
márgen de la ley.Se nos pide roguemos a todas aquellas
personas que lean lo que antecede, que lo
hagan saber a quienes conozcan y sepan
que tienen aparatos a fin de que llegue
a conocimiento del interesado.»
Diario SANTA FE, Sábado 30 de Junio de 1923. Rosario, Argentina.
Ese artículo, que hoy parece ridículo, nos habla de 90 años de decadencia.