Arte radiofónico: «Micrófono Sol», Carlos Páez Vilaró. (1976).

paezCarlos Páez Vilaró, (Montevideo, 1923 – Punta Ballena, Maldonado, 2014), fue un reconocido pintor, ceramista, escultor, muralista, escritor, compositor y constructor uruguayo.

El 12 de octubre de 1972, un grupo de jóvenes deportistas del Clubindex «Old Christians» de Montevideo, entre los que se encontraba su hijo Carlos Miguel, emprendía el viaje aéreo con destino a Santiago de Chile. Este equipo de entusiastas rugbistas iba a competir con sus similares chilenos, en un encuentro de confraternidad.

La tragedia sobrevino cuando el avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya se accidentó en la Cordillera de los Andes, entre los territorios argentino y chileno. La localidad más cercana era la población de San Fernando, en la región central de Chile.

Inmediatamente después de conocida la noticia, se inició una tarea desesperada y sin descanso por tratar de ubicar la aeronave y sus pasajeros.

Carlos, padre de Carlitos pues, viajó a Chile con el propósito de colaborar en la labor, arribando a la ciudad de Talca, a 250 km de Santiago, la capital de la República de Chile.

Tanto autoridades civiles como privadas estaban movilizados y prestando colaboración.

La radio jugó un papel fundamental en el enlace de comunicaciones entre las diferentes  partes.  Y en este rubro, a los radioaficionados les tocó -como no podía ser de otra manera- un rol relevante.

El Radio Club Uruguayo, también montó una estación cabecera de Red de Emergencia. Aquí el radioaficionado Dr. Mario Rebufello, CX4CR. (Diario Acción, 16 de octubre de 1972, archivo Horacio Nigro, colección Manuel A. Barcia /LGdS).

El Radio Club Uruguayo, también montó una estación cabecera de Red de Emergencia. Aquí el radioaficionado Dr. Mario Rebufello, CX4CR. (Diario Acción, 16 de octubre de 1972, archivo Horacio Nigro, colección Manuel A. Barcia /LGdS).

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El radioaficionado uruguayo Rafael Ponce de León, CX3BR en su cuarto de trasmisión.

El Radio Club de Talca, puso a la órden operadores y trasmisores, tanto fijos como móviles. Don Carlos acompañaba muchas de las expediciones de montaña, y también estaba junto al operador de turno del «cuarto de radio» del club.

La escucha era de veinticuatro horas en las bandas, y el tráfico de información era constante entre las estaciones locales y las uruguayas que recibían las noticias del progreso de búsqueda y rescate. Inclusive Paez Vilaró llegó a comunicarse con Holanda a través de la estación oficial del radioclub CE4EA. En uno de las conversaciones que mantuvo con el parasicólogo Prof. Gérard Croiset, éste le dijo: «Veo vivos y veo muertos».

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Fernando Parrado y Roberto Canessa junto al arriero Sergio Catalán que los descubrió, después de diez terribles días de caminata. (Fuente: Wikipedia).

Cuando ya se habían perdido casi las esperanzas, el 21 de diciembre, casi dos meses después del accidente, se ubicó el avión cerca de la zona del volcán Tinguirica, luego de que dos de los sobrevivientes, Fernando Parrado y Roberto Canessa emprendieran una caminata de diez días por 55 Km de terreno,  desde el avión, buscando algún contacto humano próximo. El arriero Sergio Catalán fue quién los encontró.

El saldo humano de la tragedia fue de 29 muertos y 16 supervivientes.

Cuatro años más tarde Carlos Páez Vilaró volvió a Chile. En Talca nuevamente, se instaló en la sede del Radio Club, para comenzar la ejecución de un mural, en blanco y negro, en una de sus paredes. Luego de finalizado el trabajo, se hizo un acto formal donde resaltó el sentimiento de gratitud a todo el pueblo chileno y sus fuerzas vivas, y agradeciendo, no sólo con el gesto y las palabras sino también con pinceles, el papel cumplido por los radioaficionados.

Páez Vilaró describió su obra así:

quoteLeftEl blanco es la nieve de la cordillera. Ahí planté un corazón, que creo es la raíz de los radioaficionados. De él, surge un tronco que da luz a una flor de micrófono en forma de sol, que trasmite con sus rayos el amor y la solidaridad. Los rayos terminan en forma de manos abiertas que dignifican la búsqueda y el encuentro, todo lo que para mí es el chileno».

«Micrófono Sol», mural (199x138cm), por Carlos Páez Vilaró ejecutado en la sede del Radio Club de Talca, Chile. (1976).

Fuentes:

  • «De los Andes al «Micrófono Sol», por Ignacio Vidal, CE4CQT, en CUV Revista (Club Uruguayo de VHF), marzo 1986, tomado de «CQ Radio Amateur», edición en español de Boixareu Editores, Barcelona, España, diciembre de 1985.
  • «Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya» artículo en Wikipedia.
  • Fotos de archivo, colección Horacio Nigro Geolkiewsky «La Galena del Sur».

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