por Evaristo Barrios, payador artista popular del Río de la Plata.
Pa’ muchos es la verdá
que no ha de poder negarse
la radio puede llamarse
cuna de la vanidá
pero entre la variedá
de su gente, en lo mejor
existe un trabajador
para el que yo en este instante
es necesario que cante
ponderando su valor
Llega el hombre y con pasencia
los numeros les anuncia
y en ningun caso renuncia
a lo suyo: su desencia
asi pega su existencia
al miscrofono cuentero
y es el mejor compañero
que tiene el avisador
porque por el locutor
se multiplica el dinero.
Él es en cada estación
de rayotelefonía
entre música y poesía
quien dirige la función.
Y reemplazando al patrón
con su personalidá
brinda a todos su amistá
siendo correto y atento
sin que lo piale un momento
certero la vanidá.
El habla pa’ sus hermanos
como si fuera el mas viejo
en cada aviso un consejo
como un apretón de manos.
Pa’ los hogares lejanos
y a los de menor distancia
sin fallarle la constancia
va sus noticias diciendo,
y muchas veces barriendo
las sombras de la ignorancia.
A veces bajo el rigor
del trabajo que lo agobia
suele visitar la novia
que es la dueña de su amor
Y vencido y soñador
con ansias de un paraíso
halla en un beso el hechizo
y lo que asi hubo sentido
quiere decirle al oido…
y se le escapa un aviso.
Vayan pa’l trabajador
que aguanta tantos rigores
estos versos que son flores
de mi jardín de cantor.
Y que siga el hablador
siempre a su trabajo atento
que por su merecimiento
la rayotelefonía
al «espiquer» algun día
le va a hacer un monumento.