La ORTF (Office de Radiodiffusion Television Française) disponía de un servicio radiofónico en diferido que operaba a través de programas grabados en discos de vinilo. Por tanto, no emitidos en directo. Dichas grabaciones eran distribuidas por las embajadas francesas a las emisoras de los respectivos países de influencia, como forma de propaganda y publicidad de todo lo francés.
Señal de intervalo e identificación en japonés del Servicio Exterior de la ORTF. (fuente):
Desde 1963, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés (el famoso «Quai d’Orsay») se mostró muy favorable a la creación de emisiones hacia el extranjero en diferido, de forma complementaria a las emisiones en directo en otras lenguas por parte de la ORTF. Eran programas grabados en forma de discos de vinilo que este Ministerio distribuiría desde las embajadas francesas a las emisoras locales de los países destinatarios.
Estos programas tenían por fuerza unas características distintas a los emitidos en directo. A nivel de contenido, habrían de elaborarse con arreglo a las normativas de censura locales, lo cual significaba la eliminación de los elementos más manifiestamente políticos. Se optó por una programación centrada en la propaganda cultural francesa, en sentido amplio (moda, deportes, cine, literatura, historia, humor ), con temas que no perdieran actualidad y frescura pese a los problemas evidentes de distribución y los retrasos evidentes entre la grabación de los mismos y su emisión en los países receptores.
Las emisiones en diferido ofrecían así mismo otras ventajas: la calidad de emisión era muy superior a la del sistema de onda corta, y además los programas llegaban legalmente a mucha más gente, pues en regímenes dictatoriales como el Español estaba prohibido escuchar propaganda política ideológicamente disidente (y Radio París siempre estaba en su punto de mira), existiendo a la vez medios técnicos suficientes para sabotear cualquier emisión en onda corta.
Para las emisiones en diferido en castellano, y atendiendo a motivos exclusivamente culturales, hubo programas destinados a España y otros a Latinoamérica (generalmente elaborados por periodistas y locutores españoles o latinos según el caso), junto a un tercer grupo de naturaleza mixta.
La fundación de la Casa de la Radio en diciembre de ese mismo año (1963) fue un paso importante en este sentido. Así recogemos un fragmento del discurso del presidente De Gaulle durante la inauguración del edificio el 14 de diciembre de 1963:
«(…) Dans cette vie de société qu’instituent désormais entre les citoyens et entre les pays, tant et tant de communications, il s’agit que la France apparaisse comme elle est, je veux dire aux prises avec ses peines et ses problèmes, mais vivant pleinement son siècle, dans un grand effort de progrès, et bienveillante à l’égard de tous les peuples de la terre. Car, si la réalité d’un fait ou d’un moment particulier peut prendre parfois les traits du doute, de l’amertume et de la division, la vérité totale et profonde de la France, c’est la foi, l’espoir et la fraternité. Telle doit être l’inspiration de notre radio française».

Fuente: http://ramonchao.wordpress.com/
Con la llegada de Ramón Chao al frente de este departamento a mediados de los sesenta, se planteó incluir a España en la red de distribución, aprovechando la política de “apertura” iniciada por el equipo del Ministro Manuel Fraga Iribarne. Así comenzaron a divulgarse programas radiofónicos creados a medio camino entre la alta cultura y la cultura ligera, con el objetivo de contribuir al cambio cultural que se estaba operando en España. Serían una serie de magacines culturales semejantes a los de “evasión”, si bien su auténtica naturaleza fue muy distinta. Se hablaba de un mundo mucho más libre y menos austero, sobre todo en lo que a las relaciones entre hombres y mujeres se refiere, como también al papel social de la mujer en los nuevos tiempos.
En cuanto a los integrantes, como realizadores aparecen, además de Ramón Chao, Salvador Calabuig, Carlos Peña y Myriam Cardona. Mientras que entre los locutores cabe citar a Myriam de la Prada, Tomás Barna, Sara Barna, Sara Pardo, Álex Marco, Graciela Dorin y Amalia Barrón. ¹
En la colección de LGdS existe un disco de transcripción, hallado en la feria de Tristán Narvaja, en Montevideo.
Se trata de las ediciones 18 y 19 de «París en Primer Plano», grabadas en 1969.
Es un disco de vinilo de 33 RPM. En el lado A, el programa 18. Tiene las voces de Marta Verdusco, Jorge Enrique Adoum, Tomás Barna, el escritor de orígen cubano Severo Sarduy, bajo la producción de Ramón Chao y trata los siguiente temas:
En el lado B, con la edición 19, participan Adelaida Blasque, Oscar Tomás Barna y Severo Sarduy, con la producción de Salvador Calabuig.
Lado A. Programa 18/69. «Aquí París». «París en Primer Plano».
Lado B. Programa 19/69. «Aquí París». «París en Primer Plano».
Fuentes consultadas:
- ¹ Para el texto de esta entrada hemos acudido al sitio «Devuélveme la Voz», Universidad de Alicante. Biblioteca Universitaria. Fonoteca de la Universidad de Alicante, en España. Parte de estas emisiones radiofónicas grabadas en discos de vinilo para su difusión posterior, como «Cita en París» y «París al habla» han sido digitalizados y conservados en la fonoteca de Radio Alcoy, que se encuentran, en ese portal y que se encuentran en línea aquí.
- Blog de Ramón Chao.
Tengo en mi poder dos reportajes de Tomas Barna, uno al músico Osvaldo Pugliese y otro a Jorge Luis Borges… esa era la buena radio.