Un receptor «lo más barato posible». (1923).

No hay duda que oír hablar y escribir cartas e informes todo el día, que tratan de válvulas, transformadores, antenas, longitudes de onda, etc., sin tener la menor idea de su uso y su significado, no sólo no es interesante sino hasta aburridor.

Tal es lo que le acontecía a la señorita M. Zaini, secretaria privada del señor C. H. Nance, representante de la Radio Corporation of America y uno de los directores de la Radio Sud América.

Aunque la lectura y estudio de los numerosos libros sobre la materia le ayudaban a hacer más comprensible el sentido de lo que le tocaba escribir, no alcanzaba a darle toda la información que deseaba por lo que decidió hacer por sí misma un receptor.

Pero en el costurero de una señorita no es común encontrar ni serruchos ni destornilladores, ni berbiquíes, herramientas que se consideran generalmente necesarias para la construcción de un receptor.

Lo único que el costurero de la señorita Zaini contenía y que podía servir para tal cosa, era una tijera y un cortaplumas y aunque parezca mentira ninguna otra herramienta es necesaria.

La prueba la tenemos en el dibujo en perspectiva que muestra el aparato completamente concluido y llenando su cometido a las mil maravillas. Como creemos que la descripción de este aparato y la forma de construirlo ha de ser interesante para muchos, pedimos a la señorita Zaini que lo hiciera, a lo que accedió amablemente. Ahí va:

Las dos bobinas «Spider web» son de cartón de 11 centímetros de diámetro en cada una de ellas. Se hicieron once cortes de tres y medio centímetros de profundidad.

En la forma indicada en B,  figura 1, se arrollaron cuidadosamente, sin nudos ni ataduras, 30 vueltas de alambre de medio milímetro de espesor. El extremo interior de una bobina fue conectado al extremo exterior de la otra y las otras dos te quedaron libres a dos tornillos terminales marcados, «Antena» y «Tierra».

Otros dos tornillos terminales fueron atornillados sobre la tabla y conectados uno al tornillo marcado «Antena» y el otro al detector de cristal. El otro lado del detector está conectado al tornillo marcado «Tierra».

Mi antena consiste de un hilo de cobre de 30 m de longitud, qué parte de una azotea vecina y termina en la ventana de mi habitación, que está en el cuarto piso de un edificio.

El alambre de tierra está conectado a un caño de agua corriente. Antes de hacerlo, el caño fue raspado cuidadosamente y luego se arrollaron varias vueltas de alambre, de manera que el contacto fuera bien seguro. El alambre de contacto del detector es de cobre fino arrollado en forma de resorte.

Para sintonizar el aparato primero se hace tocar ligeramente el alambre con el cristal, luego se separan o acercan las bobinas hasta oír música y se vuelve nuevamente ajustar el alambre del detector hasta oír con la máxima intensidad. Cómo se verá el aparato no puede ser más sencillo.


Nota del Editor: Si se encuentra que el receptor no es muy selectivo, la intercalación de un condensador variable en serie con antena dará buen resultado.


Fuente:

  • Revista Telegráfica, Buenos Aires, Argentina, octubre, 1923. (Archivo Horacio Nigro Geolkiewsky/LGdS).
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